Un cilindro hidráulico es un actuador mecánico que convierte la presión hidráulica en fuerza y movimiento lineal. Es un componente clave en los sistemas hidráulicos y se usa ampliamente en diversas aplicaciones, como equipos de construcción, maquinaria de fabricación, maquinaria agrícola y sistemas automotrices.
La construcción básica de un cilindro hidráulico consta de los siguientes componentes:
Cilindro: El cilindro es un tubo cilíndrico que constituye el cuerpo principal del cilindro hidráulico. Aloja los demás componentes y contiene el fluido hidráulico bajo presión.
Pistón: El pistón es un componente cilíndrico que se mueve hacia adelante y hacia atrás dentro del cilindro. Divide el cilindro en dos cámaras: el lado del vástago y el lado de la tapa. El pistón normalmente está sellado con sellos de pistón para evitar fugas de fluido hidráulico entre las cámaras.
Vástago del pistón: El vástago del pistón es una varilla de acero endurecido y pulido que se extiende desde el pistón hasta el exterior del cilindro. Transmite la fuerza lineal generada por la presión hidráulica a la carga o mecanismo externo.
Culata y tapa: La culata y la tapa sellan los extremos del cilindro y proporcionan puntos de montaje para el cilindro hidráulico. Generalmente están atornillados o soldados al cilindro y pueden contener puertos para que el fluido hidráulico entre y salga del cilindro.
Sellos: En los cilindros hidráulicos se utilizan varios tipos de sellos, como sellos de pistón, sellos de vástago y sellos de limpiaparabrisas para evitar fugas de fluido hidráulico y mantener la separación de las dos cámaras.
Fluido hidráulico: los cilindros hidráulicos funcionan con fluido hidráulico, generalmente aceite o un fluido sintético. El fluido se presuriza mediante una bomba hidráulica y se controla mediante válvulas para crear la fuerza y el movimiento deseados en el cilindro.
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